Las calles son nuestras.

A las masas pensando no las vencerán jamas.

Recuerdo que para la segunda o tercer marcha inmediata al 30/12, estábamos con mi amigo, hermano por elección y compañero de andanzas Guille León, en lo que en ese momento era nuestro trabajo.

("Trabajo". Guille era empleado de mi viejo y yo oficiaba de un pseudo empleado lo suficientemente vago como para que mas de una vez me haya rajado a patadas en el culo. Pero no viene al caso.)

En ese momento, nuestras movilizaciones emocionales por lo acontecido días atras estaban muy a flor de piel. Nos indignaba a sobre manera que las marchas que eran convocadas por medio de volantes, afiches e Internet (no existia Facebook, Twitter, ni red social masiva, solo foros, paginas sobre la banda oficiales y no oficiales, y alguna que otra lista de correo) estuvieran plagadas de banderas de partidos políticos. 

En la segunda marcha quien escribe ya había tenido un enfrentamiento verbal bastante subido de tono con algunos militontos del Partido Obrero, que obviando el hecho que quien los interpelaba había estado en el lugar, ellos entendían que tenían "mas de una razón"  por la cual "enarbolar su bandera" y "poco importaba si yo - o sea yo- había estado o no".

Con el tiempo entendí que poco valia discutir con un "militante". Pero volvamos al tema.

Decía que para la segunda o tercer marcha inmediata al 30/12, estábamos con mi amigo, hermano por elección y compañero de andanzas Guille Leon, en lo que en ese momento era nuestro trabajo. Muy encabronados estábamos por la presencia de estos aspirantes a dirigentes nacionales y entendíamos que había que hacer algo.

Marcha del 1/1/2005. En la bandera grande del medio, estamos Guille a la izquierda, y mi hermana y yo a la derecha.
(Si, la foto es muy pequeña)

Razón por cual, nos pusimos en un recreo laboral, a confeccionar un volante donde explicábamos a la gente de que trataba la marcha, porque entendíamos que no debía haber banderas políticas y pidiendo a la sociedad en su conjunto que no olvidaran esta tragedia. El volante cerraba con la frase "A las masas pensando no las vencerán jamas".

Les mostramos el volante a quien ese entonces cumplía el rol de jefe para Guille y de papa molesto para mi, y su respuesta fue tajante: "Linda frase, pero es una utopía". Mi viejo con tal de que mis sueños no se golpeen con el amargo sabor de la derrota me la bajaba antes de que empiece. (Con el tiempo entendí que el venia de una generación diezmada donde las masas pensaban e intentaron vencerlas matándolas, y acepte un poco mas su comentario).

Aun asi, totalmente entregados a lo que creíamos debía hacerse, fuimos con nuestra Hoja A4 donde entraban 4 volantes y realizamos fotocopias. Juntamos una vaquita e hicimos "un monton..." como 200. Hoy miro el numero y me río. 

Los volantes nos duraron media cuadra. No recuerdo que o a quien repartía mi amigo, si que yo iba directo a aquel que sostenía la bandera política y se lo daba. Muchos se reían  Varios ni lo miraban. Alguno me insulto. Uno solo entendio el pedido y para mi sorpresa entrego la bandera. Me dijo algo que no podía irse porque sino lo linchaban pero que el pensaba como yo. Y siguio marchando un rato a mi lado. Fue un pequeño triunfo personal.

Lógicamente, las banderas políticas no se fueron. Ni en ese momento ni 8 años después.  Los que si se fueron fueron los sobrevivientes, los familiares que no buscan plata, los que se acercaron por diversas razones y se ahuyentaron por la misma que quien escribe.

Durante el tiempo restante, diferentes seres con pensamientos también diferentes se reunieron bajo un mismo argumento: "No podemos dejar que esta locura siga pasando". Estuve presente a veces, muchas otras -muchas-ausente, y siempre me guié por lo mismo: mi estado de animo. Con el pasar de los años - y los golpes- aprendí que el estado de animo es una circunstancia.

Hace unos días, no se bien quienes (guiño, guiño), lanzaron una convocatoria por las redes sociales que -gracias a dios*- hoy si existen, con la intención de dejar plasmado en las paredes de nuestro amado y a veces -muchas veces lamentablemente- injusto pais; que hay ciertas personas que deben estar en libertad.

Cuando vi la convocatoria, pensé nuevamente en la hermosa frase que dejamos plasmada en el volante del año 2005. 

Ayer, reconozco haber sido participe necesario y me confieso culpable de los graffitis que están impregnados en algunas de las paredes de la ciudad. 

Satisfacción me da saber también que soy cómplice de muchos otros en muchas partes del país. Emoción ver que el pedido esta multiplicado. Tranquilidad de confirmar que a la frase no es ninguna utopía.

Y si, las calles son nuestras.

Nos vemos el 4, esta vez en Tribunales.

A las masas pensando no las vencerán jamas.

Foto: A. L. :)

(Gracias viejo por ponerme a prueba)

*"Gracias a dios". Tampoco tanto. Pero sirven para la causa.